Este ejercicio se centra en la musculatura del tren superior y el core, y es un excelente ejercicio para mejorar la fuerza y la estabilidad del tronco.
El atleta debe mantener los brazos extendidos y el balón a la altura del pecho. A continuación, se debe lanzar el balón contra la pared mientras mantiene la estabilidad en la columna vertebral y la cadera. El atleta debe atrapar el balón y repetir el ejercicio varias veces.
En términos de movimiento craneal-caudal, el ejercicio implica un movimiento de flexión y extensión del hombro, así como un movimiento de abducción y aducción del hombro. El movimiento del tronco es mínimo, pero se requiere cierta estabilidad para mantener la posición de pie y realizar el ejercicio con una buena técnica.
Los músculos involucrados en este ejercicio incluyen principalmente los músculos de la cadena anterior, como los músculos pectorales mayores, deltoides anteriores, supraespinoso, infraespinoso, redondo mayor y subescapular, también intervienen los bíceps braquiales y abdominales. Estos músculos trabajan en conjunto para producir una contracción muscular eficiente que permita al atleta mantener una buena estabilidad en la columna vertebral y la cadera.
El deltoides es el principal músculo responsable de la flexión y extensión del hombro, mientras que los músculos del tronco proporcionan la estabilidad necesaria para realizar el movimiento. El recto abdominal y los oblicuos son los músculos principales que se activan durante la realización del ejercicio, ya que son los encargados de estabilizar el tronco.
Para ejecutar este ejercicio, se recomienda un nivel de condición física intermedio a avanzado. Los principiantes pueden encontrar este ejercicio difícil debido a la necesidad de coordinar los movimientos del tronco y los brazos, y la fuerza requerida para mantener la posición de pie y controlar el balón medicinal. Por lo tanto, es importante asegurarse de tener una buena técnica antes de progresar a un nivel más avanzado.