Es una técnica de levantamiento olímpico que combina dos movimientos en uno: el power snatch y el overhead squat. Comenzando desde una posición de pie con los pies separados a la altura de los hombros y el agarre de la barra en pronación, el movimiento se inicia con una fase de tracción explosiva en la que la barra se eleva desde el suelo hasta la altura del pecho, en una posición de cuclillas rápida y profunda, con la barra por encima de la cabeza y los brazos completamente extendidos. A continuación, se realiza un overhead squat, bajando lentamente en una sentadilla profunda y manteniendo la barra por encima de la cabeza, antes de volver a la posición de pie con un movimiento explosivo.
En términos de la musculatura involucrada, este ejercicio implica un trabajo intenso de los músculos de las piernas, especialmente los cuádriceps, glúteos, y los isquiotibiales, así como de los músculos de la cadera, los extensores de la espalda, los deltoides y los músculos del trapecio. Además, los músculos del core, incluyendo los abdominales y la espalda baja, también se activan para estabilizar el cuerpo durante el movimiento.
La ejecución de este ejercicio requiere un alto nivel de habilidad técnica y coordinación, ya que combina dos movimientos complejos en uno solo. Por lo tanto, es recomendable que los principiantes trabajen primero en la técnica de cada movimiento por separado antes de intentarlo, se deben desarrollar ejercicios progresivos ya que una mala ejecusión de este movimiento puede resultar lesiva. Una persona que tenga experiencia previa en entrenamiento de fuerza y técnica de levantamiento olímpico, y que tenga un buen nivel de fuerza y flexibilidad, podría ser capaz de ejecutar este ejercicio con seguridad y eficacia. Sin embargo, este ejercicio se considera avanzado y no es recomendable para aquellos que tienen lesiones o limitaciones de movilidad.